domingo, 21 de noviembre de 2010

LA MEDICINA EN BUSCA DE ASCLEPIO



Introducción

Asclepio, desde su origen, estuvo asociado a la medicina, encarna, en la metáfora del mito, la templanza (soprosyne) y la desmesura, (hybris) las curaciones milagrosas y las empíricas, es el arquetipo del médico en las formas ideales celestes y en las fuerzas de la naturaleza o ctónicas, una suerte de comunión que anticipa la Medicina Basada en Evidencia y la Medicina Basada en la Persona.

Los médicos somos descendientes de Asclepio, el dios de la medicina.
Hermes por otra parte, en la red metafórica del mito, es el dios de los ladrones y del comercio, mensajero de los dioses y conductor de las almas al inframundo.
En algún momento de la historia y de la narración simbólica, sustituye, en el imaginario social, a Asclepio.

El símbolo es la representación sensorialmente perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una convención socialmente aceptada. (DRA)
La intención de este artículo es demostrar que esta sustitución, al principio episódica y a modo de confusión simbólica, se convirtió a partir del siglo XX y mas enfáticamente con la globalización neoliberal, en un símbolo sistemático de medicina ligada al comercio y a la consideración del paciente como cliente, con la biotecnología en la feria de la mercadotecnia, con pocos bolsillos para pagar sus grandes logros, vale decir una medicina de poderío y de perplejidad que ocasionó el fenómeno de la medicalización o medicina en alza y luego la judicialización o medicina a la defensiva.

Como meta-objetivo, pretendo avanzar hacia una recuperación de Asclepio, a su encuentro y comunión, mediante una herramienta como la bioética, sin perder la simbología del mito, un recorrido sincrónico y diacrónico, por los hechos y los valores, la ciencia y la técnica, el ser y el deber ser.

Una ética convergente debe posibilitar la unión entre medicina basada en evidencia y medicina basada en la persona, admitiendo la conflictividad intrínseca entre ambos paradigmas.
Esto conlleva la visión de la salud como derecho humano y excluye la visión de la salud como ley de mercado.
De esto se trata la medicina en busca de Asclepio, perdido en la cuenca semántica del posmodernismo.

Mito de Asclepio


Se dice que Asclepio nació en Tesalia, alrededor del 1.200 a.C. y que ejerció como médico en distintos lugares de Grecia, un periodeuta, que iba de polis en polis.
En la lengua del mito, la versión mas difundida de su nacimiento, es narrada por el poeta Píndaro: hijo producto de los amores de Apolo con Corónide, hija de Flejias rey de los Lapitas, pueblo que venció a los centauros (la razón vence al elemento salvaje ctonio).

Corónide, mantiene relaciones íntimas con el mortal Isquias, estando embarazada de Apolo, llevando a Asclepio en su vientre. Apolo, enterado por un cuervo blanco de la infidelidad, envía a Artemis, su hermana, diosa de la caza y de virginidad, que mata a Corónide con sus flechas en venganza por la infidelidad de la mortal. Apolo, mediante una cesárea sobre el vientre muerto de Corónide, saca a Asclepio y lo entrega al cuidado del sabio centauro Quirón quien le enseña el arte de la medicina.

Por “alcahuete”, el pobre cuervo de plumaje color blanco, en adelante fue condenado a llevar para siempre el plumaje de color negro.
Otra versión cuenta que el niño fue abandonado en una cueva y con sus resplandores, atrajo la atención de un pastor quien lo entrega a Quirón.

La Hybris o desmesura

Asclepio tenía el poder de resucitar a los muertos, hay 2 versiones del modus operandi.
Un día en casa de Glauco, gravemente enfermo, observa que una serpiente se acerca peligrosamente a su amigo y con un bastón la mata. Inmediatamente, otra serpiente con unas hierbas en la boca resucita a su compañera muerta. Con estas hierbas, Asclepio resucita a los muertos, provocando una crisis demográfica en la Tierra y despoblando el Hades. Otra versión, quizás la mas difundida, relata que Perseo, hijo de Zeus y Dánae, con la ayuda de Hermes y de Afrodita, corta la cabeza de la gorgona Medusa y con la sangre de la vena cava derecha, que tenía propiedades salutíferas, procedió a resucitar a los muertos. De todos modos el resultado de esa acción fue que Hermes, en su versión de Psicopompo (conductor de almas) se queja a Zeus porque se "había quedado sin trabajo" quizás haya sido el primer desocupado.

Hades, el hermano infernal de Zeus también se queja y el dios del rayo y del trueno no tiene mas remedio que tomar una medida ejemplificadora, fulminar al osado médico y elevarlo al rango de constelación en la de Ofiuco (cuidador de serpientes)

Desde entonces Asclepio, es venerado como dios de la medicina.
Se lo representa con sus atributos, una vara de ciprés y una serpiente enroscada en ella, imagen que se conoce como báculo, instrumento mágico místico de sanación y de fortaleza ética en la cuál se apoya el médico.
La hybris de ayer es el encarnizamiento terapéutico de hoy.

Asclepio, Atenea y el Centauro Quirón

Había una amistad o simpatía entre Asclepio y la diosa Atenea; prueba de ello es que la diosa le entrega a Asclepio, la sangre salutífera de la vena cava derecha de la cabeza de Medusa, es decir el Pharmakón y se guarda el veneno, o sea la sangre del lado izquierdo de la cabeza. ¿Por qué?
Desde el psicoanálisis se intenta una explicación: ambos nacen de padres violentos, Zeus se traga a Metis, madre de Atenea y ésta nace armada de la cabeza de Zeus, con Hefesto haciendo “de partero”.

Apolo, padre de Asclepio, manda matar a Coronis.
Tanto Atenea como Asclepio, nacen de padres violentos y crecen sin simbolizar la figura paterna. Es decir, los límites del padre, y cometen desmesura en sus acciones.

Tal vez una objeción a este argumento sea que Atenea como diosa, encarna ella misma la desmesura, una diosa no tiene los límites ni la ética ni las razones de los hombres.

En cambio Asclepio, hijo de un dios con una mortal, es mitad humano y mitad divino. Quirón, hijo del dios Cronos y de la ninfa Filira (ninfa del Tilo), es inmortal, pero es mortalmente herido por una flecha envenenada arrojada por Heracles. Entonces ambos alumno y maestro, encarnan la tragedia de la carne, del vivir, del sufrir, de la finitud y del anhelo de la inmortalidad; ambos son metáfora de la tragedia del hombre y deben pasar por la ratificación carnal de muerte para alcanzar la inmortalidad.


Linaje y descendencia de Asclepio



El linaje es conocido porque es narrado por el mito, no se necesita recurrir a pruebas genéticas de filiación. Por línea ascendente, es hijo de Apolo y Corónide; por línea descendente, Epíone (dulce cura), le dio varios hijos: Macaón, Podalirio, médicos eximios; Telésforo, dios de la convalecencia, Panacea, el remedio universal e Hygeía, la salud o sanidad.
Este árbol genealógico encarna pues, a todos los agentes del equipo de salud.

Mito de Hermes

Hermes, hijo de Zeus y la ninfa Maya, fue un niño precoz, salió de la cuna, mató a una tortuga y trenzó cuerdas de tripa de carnero alrededor del caparazón: inventó la lira. Luego robó cincuenta vacas del ganado de Apolo, arrastrándolas por la cola par engañar sobre la dirección) y envolvió las sandalias en hojas para borrar las huellas. Sacrificó 12 para los olímpicos y se acostó en la cuna ¡Tenía menso de 24 horas de vida!

Enterado Apolo fue a la cuna y Hermes dijo no saber nada, entonces llevó al niño hasta su padre y él le ordenó devolver lo robado. Hermes devolvió el ganado, tocó la lira, con lo cuál sedujo a Apolo lo perdonó. Hizo varios trabajos para su padre, entre los mas importantes, la colaboración en la lucha contra el monstruo Tifón, donde ayudó a Zeus a vencerlo reestableciendo el equilibro cosmogónico amenazado.

También asistió en el nacimiento de Dionisos, cosiendo al prematuro niño, en el muslo de su padre.
Fue el mensajero de los dioses con su pétaso o sombrero de ala ancha y su bastón (no confundir con Bat Masterson) y sus sandalias aladas, protector de los pomposos oradores, del comercio y de los ladrones. En la escatología se lo conoce como Psicopompo o conductor de almas, él es que cierra y el que abre los ojos de los mortales.

Un día caminando por el campo con un bastón de madera, observó a dos serpientes peleando, interpuso el bastón entre ellas que se enroscaron en él y quedaron inmóviles mirándose cara a cara; el bastón se convirtió así en el caduceo, etimológicamente, “cedere” caer, y se traduce en la acción de disuadir la contienda entre los hombres. Esta función está detallada en el juramento de los escribanos. Quizás ellos y no los médicos sean quienes tengan que llevar como emblema a Hermes y su caduceo.


De Báculos y Caduceos

Báculo:(βάкτρоν)

Vara de ciprés, con una serpiente amarilla arborícora (cóluber longísimus) Símbolo de Asclepio. Por eso el color de la medicina es el amarillo.

Caduceo: (gr. κηρύκειον, del heraldo).

Vara delgada, lisa y cilíndrica, rodeada de dos culebras, atributo de Hermes, Cadux, cedere, disuadir la contienda ente los hombres.



Caduceo Sumerio

Serpientes es de origen sumerio, hace 3.000 años, el dios Ningishzida (señor del árbol bueno) era un guardián de Anu dios del cielo, y Dios sanador. Se lo representaba con 2 serpientes o como una serpiente con cabeza humana

Caduceo Egipcio

Imhotep (el que lleva la paz). El médico y arquitecto más antiguo fue un personaje histórico y luego divinizado. Nació y vivió en Egipto entre el año 2.686 a.C. de la corte del rey Zoser, segundo rey de Egipto. Hizo construir la primera gran pirámide escalonada de Menfis. Y como Médico encargado de rituales de sanación. Los griegos tomaron a Imhotep y lo llamaron Asclepio.
(Antillón J.J. Historia y filosofía de la medicina. Ed San José, Cr:Editores de la universidad de Costa Rica).

Rito de incubación o curación mediante el sueño.


Es el rito de incubación, mediante el sueño, echaban a la enfermedad, la incubación era un sueño terapéutico.
El agua, el enteógeno y la fe en el dios, hacía el milagro, una cura basada en la fe.
Es el efecto simbólico que describe el sociólogo Levy Strauss.
Los hombres eran llevados por sacerdotes y luego de comidas especiales, lustraciones con agua se sacrificaba un gallo. Al llegar la noche se recostaban en camas o clinés (de ahí el nombre clínica) y se les administraba una pócima con enteógenos (dios en nosotros) y en los sueños veían al Dios en forma de serpiente, a la mañana siguiente estaban curados.
“El chamán dice la verdad y el psicoanalista la escucha” (Strauss). La estructura Psicoide en la mente encierra los arquetipos: Imágenes o esquemas congénitos con valor simbólico que forma parte del inconsciente colectivo. El tratamiento se completaba con caminatas, ejercicios, teatro. Predecesores de los hospitales medievales y de los modernos S.P.A.


Historia de la sustitución

En el siglo XVI el impresor alemán Froeben usaba el caduceo como sello distintivo de su establecimiento. La gente de mar adornaba sus barcos mercantes colocando este símbolo en la proa de las naves y el hijo de Froeben, en 1535 imprime el corpus Hipocráticum en griego, con el emblema del caduceo.

Posteriormente, el báculo aparece como emblema del médico aparece en el escudo nobiliario de Butts, médico del monarca inglés Enrique VIII.

Cruz de San Juan


En 1902, es tomado por el cuerpo médico de EE.UU. en reemplazo de la cruz de San Juan, pero en lugar de la simple vara de ciprés, usaron el caduceo de Hermes (mercurio para los latinos), con dos serpientes entrelazadas y alas en el extremo del cayado del báculo.
Hermes representa la medicina mercantil y la salud como bien de mercado La medicina un bien de consumo y la relación médico paciente es médico cliente. El medicamento un bien de consumo y no un bien social.
Hermes y el caduceo son el emblema simbólico de la medicina y de la globalización neoliberal.


Principio del fin de la medicina


Para Baudrillard, Cultura posmoderna es “pánico amoral de la indiferenciación
pánico: miedo extremo paralizante , amoral: por fuera de la moral e indiferenciación : falta de límites. Una caricatura de Maitena ilustra este drama:



Medicalización:

Es un proceso que se logró mediante el artilugio de convertir la “infirmitas” humana como categoría ontológica, en enfermedad como categoría nosológica, la medicina fue ganando espacios que no eran de su incumbencia. (los certificados de buena salud, los ejercicios físicos reglados, las dietas, el nacimiento asistido, la muerte asistida, la menopausia empastillada, la disciplina del cuerpo y de la mente, los dispositivos sexuales o el control social a través del sexo). Hasta acá la medicina prometeica.
Luego el control de la natalidad por la fertilización in Vitro, los embriones congelados, el control del ADN, el peligro de la eugenesia, la pérdida de la biodiversidad genética el riesgo de la discriminación genética al lado de los beneficios de curaciones biotecnogénicas, de enfermedades hoy incurables.
Se advierte la colisión entre el derecho a la exploración y el principio de precaución frente a la eugenesia, biodiversidad y la no discriminación. Maliandi propone como instancia superadora el reconocimiento de la conflictividad a priori entre estos principios. Es la ética convergente.
De todas maneras se trata, desde una visión fáustica, de la superación de los propios límites del cuerpo humano, de un cuerpo post-orgánico, modelado sin sufrimiento, mediante ingeniería genética y el peligro creciente de la creación de un clon humano. ¿Será un monstruo como Frankenstein o una bella mujer como Galatea?
Es la tercera revolución que Mainetti llama antropoplástica o de Pigmalión.
“El científico fáustico, sucesor de Prometeo el gran benefactor, sigue modelando con su bioncel la estatua de la ciencia, ignorando en qué momento del mármol brotará la sangre”.

Medios de difusión masiva:

Difunden imágenes ambiguas y reproducen un lenguaje medicalizado: muerte súbita: en fútbol, la definición por penales, en Tenis el Tie break .
En política: la enfermedad no es la inflación, ésta es el síntoma como la fiebre. O la cruel y despiadada cirugía sin anestesia.
Muestran la tragedia de la anorexia en las pasarelas y la muerte en la ruta de los espejos, la muerte por desnutrición en el norte argentino, los chicos del hambre en Misiones, con su bajo peso y de repente las casas y los autos lujosos de los poderosos y el glamour de los famosos, ahora perseguidos por la inseguridad. Deleuze, el sociólogo francés ya lo había anunciado: el capitalismo salvaje, convierte ciudadanos en clientes, pero su voracidad hace a la inequidad y los clientes forman ejércitos que quedan por fuera de la subjetivación, son los nuevos excluidos del mercado global.”Demasiado pobres para la deuda demasiado numerosos para encerrar”.
Esto fomenta la nueva fiebre: la seguridad, como mejor inversión. Gastar en rejas, alarmas, perros adiestrados y malos, puertas blindadas, policía privada y un muro tan alto que no deje ver al prójimo. La parábola del buen samaritano ya no es una enseñanza moral sino un juego de video game donde la aventura es salvarse uno olvidando al otro.
La medicina, el equipo de salud están en este mundo, en este nuevo consenso y en este período posmoderno, con sus características, su universalización del mercado y que reclama desde la indignación, la universalización de la Bioética de los derechos humanos.
“La sola aplicación de las leyes de mercado hace a los enfermos mas enfermos”. K. Arrow, Premio Nobel de Economia1963.

Judicialización del acto médico

Se trata de cuestiones propias de la medicina, que en lugar de quedar dentro del equipo de salud y de los pacientes, son resueltas por los jueces de turno. Litigios por supuesta mala praxis o como una industria del juicio como medio de ganar dinero. Hay abogados caranchos en la puerta de las guardias repartiendo tarjetas entre los accidentados y sus familiares, manchando de manera horizontal a sus colegas decentes.
A esto hay que sumar los conflictos de intereses en investigación, en publicaciones, es decir la pérdida del interés primario del médico, esto es, el bienestar del paciente en ámbitos de investigación, de pacientes mutualizados, rehenes de la obra social sin libre elección por cartilla de prestadores, como si fuese un menú a la carta. La mala remuneración por prestación, el médico de la empresa, el de la mutual, que defiende los intereses del pagador y no de los pacientes. El malestar se extiende, la sombra de Hermes acecha, el principio del fin está cerca.


Recuperación de Asclepio y su Báculo

Frente a este desfondamiento, la medicina en busca de Asclepio para cambiar el paradigma mercantilista de la salud como negocio, del medicamento como producto de mercado y no como bien social, para una salud como derecho humano, universal, igualitaria, y justa.
Esto es, el deber ser en las políticas de estado en la promoción prevención y también en la atención de la salud.
Lo contrario y conflictivo es la simbología de Hermes, una consideración de la salud como un derecho negativo, que entra en el sistema de la oferta y de la demanda.
La bioética de los derechos humanos supone una construcción a partir de los límites, donde los derechos humanos son el límite entre lo moral y lo inmoral.
La educación en leyes, principios y reglas de la Bioética y en concepciones de la Bioética en la Investigación es importante, pero no alcanza; hace falta encarnar esos principios y constituirse como seres morales. (Foucault).
EL principio en su polisemia, es el primer instante del ser, desde una perspectiva diacrónica, pero también es razón fundamental o causa primaria de algo, sentido conceptual.
Del mismo modo, fin es último instante del ser razón o causa final. Si se acaba el reino de los fines se acaba el principio.
Un buen médico es aquel que persigue como finalidad el bienestar de sus pacientes, pero antes debió estar el principio como causa primaria, que es la medicina como bienestar de los pacientes. Si en cambio la finalidad del médico es su propio bienestar, sin importar de qué manera lo obtiene, entonces el principio no habrá sido el bienestar de los pacientes sino el lucro, la fama, el prestigio, es decir intereses secundarios.
Lo universalizable es la exigencia de la dignidad de las personas, en justicia a través de los derechos humanos.
EL artículo 5 de la Declaración de Helsinki lo dice: “los intereses de la sociedad y de la ciencia, nunca pueden estar por encima de los intereses del paciente”.
En la solidaridad de redes sociales, los emprendimientos sin auspicio de la industria farmacética. NoGracias www.nogracias.eu
Farmacriticxs http://farmacriticxs.ifmsa-spain.org/

Con esta concepción será posible el fin del principio y no el principio del fin.

Conclusión

El símbolo de Asclepio es un elemento de tipo místico de sanación de creencia en el arquetipo de curación y de apoyo y fortaleza ética; es una comunión entre la Medicina Basada en Evidencia y Medicina Basada en la Persona, es la medicina como un saber de tripe legitimación: por la evidencia científica, por la eficacia técnica y por la rectificación ética del acto.
Hermes y su caduceo, es símbolo actual desacralizado de poder y negocio, como la serpiente del Alfa Romeo, la estrella de Mercedes, la esvástica en BMW, es decir los arquetipos que en las sociedades tradicionales, tenían verdadero valor simbólico, hoy tienen valor comercial y son estrategias del poder hegemónico en red supranacional, con la medicina como una mercancía una producción tecnocientífica que no importa si llega a las personas, no importa la utilidad sino la rentabilidad.
Hay un nivel de solidaridad que se debe ejercer y es la solidaridad encarnada en la cotidianeidad, una manera de bioetizar desde los derechos humanos un hacer carne las reglas y el otro como mi responsabilidad. En medicina, es el interés primario del médico, la ratificación de la premisa ontológica de la dignidad de la persona.

Marcelo Ocampo

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